jeudi, mars 11, 2004

No tengo suficientes palabras

Hoy, te probé.
Fue grandioso.
Sabes... rico

Gracias.

Fin Aplausos.

Música Actual: Cirque du Soleil - Querer...

Oyasuminasai!

jeudi, mars 04, 2004

Una pregunta muy comun.

Era una de las noches mas frías que hubo en el año. Sin embargo, ahí estábamos, mi amiga y yo. En ese parque que reclamamos como propio. Lo que hace una adicción tan fuerte como la del cigarro, pero mas que solo ir a fumar, es el hecho que sigue mientras el fuego consume nuestro tabaco, platicar. Es mi pasatiempo favorito, extrañamente siempre tengo de que hablar. Tal vez sea por todo lo que he pasado en mi corta vida, o porque me gusta conocer a quien me acompañe.

Esa noche sin embargo, hablamos de todo y de nada en concreto, sentadas en la banqueta del parque resguardándonos un poco del helado viento que soplaba tras un coche. Entre risas y desvaríos, la conversación giro a los libros. Temblando de frió a mas no poder, succionando veneno, pero compartiendo la compañía de la otra. Es uno de esos momentos que piensas que todo esta bien contigo, aun cuando hayas escapado de una noticia terrible. Fue una buena noche. Cuidando siempre que mi madre no pasara en el coche y presenciara el hecho de que fumo. No es que no sepa, pero no quiero que me vea, llámenlo como sea, pero ese es mi deseo. No es que me muera por un cigarro, pero si lo disfruto.

Es todo psicológico, ya lo se, pero no siento que pueda tener una conversación con ella sin nuestro compañero. Es nuestra marca. Aun no deja de asombrarme el hecho de que nos hayamos entendido tan bien a tan poco tiempo de conocernos, es como si hubiera estado aquí desde siempre. Es muy lindo cuando encuentras a alguien así. Quiero pensar que yo también tuve algo que ver en ese hecho, no temiendo a represalias y descubriéndome por completo ante ella.

No me arrepiento, es una persona genial. Sé que todo quedará entre nosotros aún cuando ya no estemos cerca. El caso es que después de una hora de estar pegadas al helado concreto, mi mamá acercó el carro a nosotros y nos dijo: ¿Por qué no se suben al carro?- ese mismo que nos “protegía” del viento, el mío. Mi amiga y yo nos volteamos a ver ante tal sugerencia. Ahí estábamos, congelándonos cuando teníamos donde cobijarnos y mantener la privacidad de nuestra insulsa conversación. ¿Qué tan distraídas pueden ser dos mujeres hablando? He aquí la respuesta:Mucho.

Nyyyaaahh!

Música Actual: Gackt - U+K

Oyasuminasai